lunes, 19 de septiembre de 2011

La psoriasis y los efectos psicológicos en la persona

La psoriasis que es una enfermedad inflamatoria de la piel, produciendo lesiones escamosas engrosadas e inflamadas, con una amplia variabilidad clínica y evolutiva, produce muchos efectos psicológicos en la persona que la padece.
De los tipos de psoriasis que existen, sólo la de origen genético tienen una causa clara. La enfermedad puede estar en el organismo toda la vida sin manifestarse, pero ante situaciones de estrés importantes, consumo de alcohol o abuso de antiinflamatorios, puede desencadenarse.
En general afecta entre un 2 a un 3 % de la población.
En Chile (población de 16.970.265 de habitantes), existe medio millón de personas que conviven con esta enfermedad. La doctora Rosalía Coelho, académica de la Facultad de Medicina de la universidad Andrés Bello (Chile), subraya que esta patología cutánea, además causa una conmoción en la vida social de quienes la padecen: “Los pacientes se sienten excluidos, ya que muchas veces los demás desconocen la enfermedad y evitan entrar en contacto físico con ellos por las lesiones que presentan”.
En una de las clínicas privadas más prestigiosas de Chile, la Clínica Alemana, hablan de la psoriasis como una enfermedad que daña el cuerpo y la mente.
El estrés y la tensión emocional facilita la aparición o recrudecimiento de la psoriasis en personas vulnerables. También los síntomas de la enfermedad generan estrés y lo colocan al paciente más nervioso, por lo que se puede hablar de un círculo vicioso. Los paciente se sienten como si estuvieran en un estado de incomodidad permanente, dado que le es más difícil tener una vida normal. El doctor Alejandro Koppmann, jefe de la Unidad de Psiquiatría de la Clínica Alemana, explica que "como con cualquier enfermedad crónica, el impacto emocional depende de diversos factores como, por ejemplo, si comienza en la infancia o adolescencia las personas pueden afectarse más, pues cuentan con menos elementos psicológicos para hacerle frente".

El psiquiatra agrega que el impacto es mayor si existe poco soporte o apoyo familiar y social. También si hay una historia de estigmatización o trauma escolar por la enfermedad o por sus tratamientos, que pueden afectar físicamente, como el uso de los corticoides que hacen engordar o las cicatrices que pueden modificar la apariencia de una persona. "Si no se cuenta con apoyo psicológico o hay demora en la consulta, el pronóstico también puede empeorar".

 Lo anteriormente señalado es muy esencial, ya que se dice que las consecuencias psicológicas son tan importantes como las lesiones físicas. El 40% de los afectados considera que no volverían a ser los mismos aunque se curaran, debido a las repercusiones que tiene en su vida personal y laboral. Por lo tanto no se trata solo de un problema estético, sino de un mal que traspasa muchos ámbitos de la vida del paciente, pudiendo afectar tanto en lo social como en lo laboral.

 Las repercusiones sociales y laborales se explican, porque la psoriasis es una enfermedad inmunológica en la que se desarrollan lesiones en la piel debidas a una renovación acelerada de sus células. En lugar de cada 28 días, se renuevan cada tres o cuatro. Las lesiones pican y duelen y, en ocasiones, terminan por agrietarse y sangrar. Aunque en muchas personas se concentran en zonas poco visibles, es una patología caracterizada por disminuir el autoestima y ocasionarle al paciente problemas en su ambiente más cercano y en sus relaciones interpersonales, incluso en los lugares de trabajo. Eso lo demuestra un estudio avalado por la Federación Internacional de Asociaciones de Pacientes con Psoriasis, donde se plantea que uno de cada cuatro afectados asegura que ha sufrido discriminación laboral alguna vez.


Otra especialista en el tema, María Dolores Sánchez Aguilar, presidenta de la sección gallega de la Academia Española de Dermatología concuerda también que las secuelas a nivel psicológico pueden ser graves, porque, aunque la persona tenga pocas lesiones, si están en la cara o en los brazos son muy visibles. Muchas personas con psoriasis se sienten rechazadas por los demás".

Por los problemas anteriormente señalados, muchas personas limitan su vida laboral y social. El citado estudio apunta que si la enfermedad se diagnostica  antes de los 24 años, las secuelas emocionales y los problemas académicos y en el trabajo pueden ser más graves, ya que muchas veces los pacientes se tienen que ausentar por mucho tiempo de sus actividades laborales o quehaceres diarios.
Hoy en día, los dermatólogos trabajan en colaboración con psiquiatras y psicólogos para tratar las repercusiones de la enfermedad.

En conclusión, se puede decir, que es importante que las personas que no padecen esta enfermedad, puedan tener acceso a una información adecuada y conocer de que se trata, para evitar la discriminación por causa del desconocimiento.
Por otro lado es importante que el paciente que padece esta enfermedad logre modificar su estilo de vida, incorporando estrategias de resolución de problemas y una mejor expresión emocional en forma oportuna, de manera que pueda dar a conocer los sentimientos (rabia, pena, alegría) con la emoción adecuada y no por medio de un síntoma físico. Esto se puede lograr de una forma muy positiva a través de una psicoterapia de apoyo de origen cognitivo conductual.

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