Según un estudio de la Agencia Británica para la Protección de la Salud (HPA), la ictioterapia puede producir infecciones e incluso el virus del VIH y enfermedades como la hepatitis C.
La ictioterapia es un tratamiento natural que se realiza con los peces garra rufa.
Según afirman, los defensores de estos peces, los Garra rufa segregan una enzima, el dithranol, con propiedades que rejuvenecen la piel y que se usa en tratamientos curativos de la psoriasis.
Conocidos popularmente como “pez dermatólogo”, el “pez Garra rufa” o “Cyprinion macrostomus”, fue puesto de moda en Turquía al usarse en algunos balnearios y spa para la limpieza de pieles muertas.
El pez Garra rufa es originario de Eurasia: ríos Jordán, cuenca del Tigris, cuenca del Éufrates, y en algunos ríos costeros del sur de Turquía y norte de Siria, en estos países se consideran especies protegidas y está prohibida tanto su captura como su exportación, así que sólo se permite la venta de los criados en cautividad en piscifactorías.
La pedicura con pescado implican el uso de peces vivos. Por lo tanto, los métodos convencionales de esterilización y la desinfección del agua y equipo no son aplicables, porque iban a matar a los peces.
Esto ha llevado a la preocupación, de distintas autoridades, sobre la transmisión potencial de infección.
La ictioterapia ha sido prohibida en 18 Estados de EE.UU., y 4 provincias canadienses.
La HPA, creó en agosto de 2011 una Guía (Orientación sobre la gestión de los riesgos de salud pública de la pedicura de peces) la cual fue elaborada por un grupo de expertos que incluyó a representantes de la Agencia de Protección de la Salud, Protección de la Salud de Escocia, el Laboratoria de Salud y Seguridad y distintas autoridades locales.
En dicha Guía se identifacó una seria de condiciones de salud o tratamientos previos que pueden significar que usted no debe tener una pedicura de peces.
Estos son:
- Pierna depilación con cera o afeitado en las últimas 24 horas.
- Las heridas abiertas y heridas o abrasiones o heridas en la piel de los pies o las piernas.
- Las heridas abiertas y heridas o abrasiones o heridas en la piel de los pies o las piernas.
- La infección en los pies (incluyendo pie de atleta, verrugas).
- La psoriasis, eccema o dermatitis que afecta a los pies o piernas
- La diabetes (aumento del riesgo de infección)
- La infección con un virus de transmisión hemática, como la hepatitis B o hepatitis C o el VIH
- Cualquier deficiencia inmune debido a una enfermedad o medicamento
- Trastornos de la coagulación o en tratamiento con anticoagulantes (por ejemplo, heparina o warfarina).
Según la HPA: “Los peces de agua del tanque se ha demostrado que contienen un número de microorganismos. Por lo tanto, en un ambiente de spa de pescado, existe el potencial para la transmisión de una serie de infecciones, ya sea de los peces a persona (durante el proceso de picar), el agua a la persona (a partir de las bacterias que pueden multiplicarse en el agua), o una persona a otra (a través del agua, las superficies circundantes y el pescado).”
La alerta que dió la Agencia Británica para la Protección de la Salud (HPA), en octubre de 2011, concluye que es mejor evitar llevar a cabo este tipo de pedicura en personas que padezcan diabetes o psoriasis, puesto que son mucho más propensas a contraer infecciones.
Diferentes colegios oficiales de podólogos de España se están sumando a la alerta sobre este tipo de tratamiento:
El 13 de febrero de 2012 El Colegio Oficial de Podólogos de Andalucía emitió un comunicado advirtiendo de los peligros de la ictioterapia y recientemente, el 22 de febrero de 2012, el Colegio Oficial de Podólogos de Galicia (Copoga) alertó de que la ictioterapia -técnica por la que se eliminan las durezas y pieles muertas de los pies al introducirlos en una urna donde decenas de peces succionan los desechos de la epidermis- es una fórmula de adquirir infecciones o incluso patologías más graves como el VIH o la hepatitis B.
Autor: Juan Carlos Delgado
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