miércoles, 9 de noviembre de 2011

Un estudio relaciona las mujeres con psoriasis con un mayor riesgo de diabetes e hipertensión.

Abril 2009

Aunque varios estudios han demostrado la relación existente entre psoriasis, diabetes e hipertensión, el mayor trabajo realizado en mujeres hasta el momento y publicado en 'Archives of Dermatology' corrobora esta asociación en el género femenino. La investigación concluye que las afectadas por psoriasis tienen mayor riesgo de padecer diabetes e hipertensión que quienes no lo están, independientemente de otros factores como la edad, el índice de masa corporal y el consumo de tabaco.

"Las mujeres con psoriasis son un 63% más propensas a desarrollar diabetes y un 17% más proclives a sufrir hipertensión que aquellas sin el desorden cutáneo", sentencian los autores de un estudio realizado en el Hospital Brigham and Women's y la Escuela de Medicina de Harvard (Boston, Estados Unidos).

Abrar A. Qureshi y su equipo han llegado a esta conclusión después de analizar los casos de 78.061 mujeres, un grupo de enfermeras procedentes de 15 estados diferentes de EEUU, cuyas edades oscilaban entre los 27 y 44 años.

Ninguna de ellas tenía diabetes, hipertensión ni psoriasis al inicio del seguimiento. Sin embargo, pasados 14 años, 1.813 (2,3%) fueron diagnosticadas de psoriasis. Un 2% (1.560) de éstas presentó diabetes y un 20% (15.724) desarrolló hipertensión. Incluso teniendo en cuenta factores de riesgo comunes (la edad, el índice de masa corporal -IMC- o el consumo de tabaco), la asociación existente entre la psoriasis y el riesgo de diabetes e hipertensión no experimentó cambios significativos.

Por un lado, esta afección cutánea aumenta las probabilidades de padecer diabetes e hipertensión y por otro, estas dos afecciones constituyen dos desencadenantes fundamentales de enfermedades cardiovasculares. "La psoriasis es un factor de riesgo independiente de las patologías coronarias, al igual que lo son el tabaco, la hipertensión, la hipercolesterolemia (exceso de colesterol en sangre) y la diabetes", explica José Suárez, jefe de Dermatología del Hospital Universitario de Nuestra Señora de la Candelaria.

Por esta razón, los responsables de la investigación insisten en señalar la psoriasis no sólo como una enfermedad de la piel sino como "una patología sistémica".

Su papel como factor de riesgo independiente de enfermedades cardiovasculares y la asociación de esta patología con más probabilidades de sufir diabetes e hipertensión han sido demostrados en estudios anteriores, realizados en Estados Unidos e Israel. "Nuestro trabajo corrobora estos resultados y los aplica por primera vez en un amplio grupo de mujeres (78.036)", afirma Abrar A. Qureshi.

Según los comentarios del editorial que acompaña al estudio, escrito por los doctores William H. Eaglstein y Jeffrey P. Callen, "aunque la relación entre diabetes y psoriasis se conoce desde 1908, este es el primer estudio que establece una relación prospectiva entre estas dos enfermedades y la hipertensión en un grupo tan amplio de mujeres". Teniendo en cuenta los resultados que en este trabajo, el paciente debería tener un seguimiento por parte del dermatólogo, el médico de atención primaria y el endocrinólogo para un mayor control de su salud.

La inflamación, un factor de riesgo

La psoriasis, que afecta al 1%-3% de la población, es una enfermedad crónica inflamatoria de la piel caracterizada por manchas rojas y descamaciones en distintas zonas del cuerpo, especialmente, en el tronco, los codos, las rodillas y el cuero cabelludo. Esta inflamación, según los expertos, podría ser la explicación biológica tanto de la asociación entre psoriasis e hipertensión como entre psoriasis y diabetes.

Durante la afectación de esta enfermedad cutánea, "se liberan unas sustancias que son mediadoras de la acción inflamatoria (las citocinas)", expone el doctor Suárez.
Esta inflamación "puede provocar un aumento de la tensión arterial y también podría contribuir a que el organismo no responda a la insulina, la hormona reguladora de la glucosa", indica el autor principal de este trabajo.

Además, algunos fármacos utilizados para tratar la psoriasis pueden contribuir al desarrollo de la diabetes y la hipertensión. Así, por ejemplo, la ciclosporina tiene cierto riesgo de aumento de la tensión arterial, una circunstancia que siempre se valora en las consultas médicas. "Elegimos el tratamiento que mejor se ajusta en cada caso. Tenemos en cuenta si es fumador, obeso, si es diabético o tiene dislipemia... Medimos tu tensión antes y durante el tratamiento", comenta el dermatólogo.

Por otro lado, los investigadores de este trabajo desaconsejan el uso de la terapia sistémica de esteroides. De hecho, en Estados Unidos y en España no se utilizan como tratamiento habitual. "Sólo se administran en casos muy aislados, bajo control hospitalario y durante unos días", apostilla José Suárez.

"Nuestro estudio hace hincapié en la necesidad de entender los mecanismos que subyacen en esta asociación", afirma Abrar A. Qureshi. "Son necesarias más investigaciones para saber si los tratamientos de la psoriasis (mediadores de la inflamación) podrían reducir en el futuro el riesgo de diabetes e hipertensión", añade.

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